El COVID y su impacto en la salud mental

¿Qué nos provoca la palabra "cuarentena"? Seguro que ya la tenemos muy implantada en nuestro vocabulario, pero se utilizó por primera vez en Venecia, Italia, en el año 1127 para referirse a la lepra. Sin embargo, no fue hasta 300 años después cuando Reino Unido comenzó a imponer cuarentena para aquellos diagnosticados de peste.

Esta definición es diferente al aislamiento social, puesto que separa a las personas que han sido diagnosticadas de una enfermedad contagiosa de aquellas que no lo están.

A día de hoy la hemos conocido y utilizado principalmente para referirnos a la cuarentena para aquellos diagnosticados de COVID-19. Sin embargo, el distanciamiento social, la cuarentena y el aislamiento que hemos vivido traen consigo una serie de respuestas psicológicas que las personas podemos experimentar en relación con nuestro estado de salud y el de otros.

Esta crisis ha impactado sobre nuestra actividad social, las interacciones y los comportamientos en múltiples niveles. Emocionalmente, el distanciamiento social y el autoaislamiento pueden provocar problemas de salud mental, ansiedad y depresión.

Asimismo, la incertidumbre asociada con la enfermedad en sí, el riesgo de infección y la duración desconocida de las intervenciones pueden exacerbar los problemas de salud mental preexistentes.

Además de la ansiedad y la depresión, el aburrimiento y la frustración por no tener las rutinas habituales han llevado a que muchas personas empiecen a notar un mayor deseo por tomar alcohol u otras sustancias como respuesta a síntomas de desesperanza, irritabilidad o alteraciones del sueño.

Las personas que más han sufrido estas consecuencias sobre la salud mental son: dependientes de bebidas alcohólicas u otras sustancias adictivas, personas que no tienen un hogar estable o movilidad reducida, individuos con escasos recursos personales para el entretenimiento, menores de edad o dependientes de otras personas, aquellos con obligación de acudir a su puesto laboral, sujetos con ausencia de recursos económicos y trabajadores de la salud.

Según estudios, la salud mental se ha visto severamente afectada en el 78% de los casos. Algunos de los problemas más comunes desarrollados a consecuencia de la pandemia son: